Siempre hay un momento en el que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que al final de los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña, no pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final sólo ocurre una cosa: llega el puto invierno. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes. Y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas, mucho antes, y es ahí, justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez y que por mucho que te esfuerces ya no volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás esa sensación de estar a 3 metros sobre el cielo.
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